martes, 9 de enero de 2007

Concentración a las puertas de Diario Córdoba



Ayer martes 9 tuvo lugar la primera concentración de protesta de los trabajadores ante las puertas de Diario Córdoba contra la propuesta de convenio hecha por la empresa (Grupo Zeta), en la que se pretende mantener en situación irregular a personas que están vinculadas al periódico sin contrato desde hace años. Aunque esta noticia será hoy miércoles silenciada por todos los medios de comunicación de Córdoba, según nos consta por compañeros de otros medios, haciéndose así cómplices de la precariedad laboral en la profesión periodística, el sindicato de periodistas se hace eco desde aquí de esta protesta, que hoy miércoles 10 se repetirá a las 12.00 horas en el Bulevar Gran Capitán y a la que todo el mundo está invitado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me abstengo de entrar en el fondo de la cuestión porque soy uno de los implicados --trabajo en el diario--, pero me sorprende que quejándonos tanto como nos quejamos los periodistas sobre nuestra situación laboral, los empleados de un medio emblemático inicien movilizaciones --¿ha ocurrido antes en la historia del periodismo córdobés? y nadie se anime a hacer algún comentario. ¿Qué pasa aquí?

Anónimo dijo...

Comento aquí enlazando a la vez con el post anterior sobre precariedad.

Con respecto al asunto del diario Córdoba, llama la atención que un hecho tan significativo haya pasado desapercibido. Era de esperar. Los medios denuncian la precariedad ajena, no la propia. Es algo indignante, de acuerdo, pero hay que utilizar nuevos medios, como por ejemplo este blog, para debatir.

Sé de primera mano que algunos redactores del Córdoba desconocían lo de la manifestación del Bulevar. ¿Alguien me lo puede explicar?

En esta profesión se dan dos cuestiones que se superponen. La primera es lo consabido, y no por ello menos detestable. La segunda es de traca.

Lo consabido es la explotación que se da en cualquier campo, sobre todo en una sociedad que tiende a bajar los sueldos. O sea, contratos de becario a cadena perpetua, contratos temporales, contratos indefinidos pero basura, no-contratos... Ante esto creo que se puede dar información, o solicitarla, sobre asuntos como la categoría profesional que corresponde a un cámara, redactor, técnico, sobre el tiempo que se pueden mantener ciertos contratos, sobre qué exigencias legales se pueden tener y como reclamarlas con coherencia, sobre como organizar la cuestión sindical en cada empresa etc. Quizá la sección jurídica del sindicato pudiera hacerlo. Sería muy interesante. En resumen, qué derechos tenemos para evitar que la dilatación anal supere el diámetro de Titán, bella luna de Saturno (5.150 km.).

Y ahora la de traca. En esta profesión abunda la puerilidad. Es una cosa tan bonita y tan hermosa y de tanta vocación y es tan distraido y diver chupi guay de la muerte jo tía estar entre concejales y famosetes y además lascosasestanasiyporlomenosmededicoaloquemegusta (cantinela) que el diámetro anteriormente mencionado alcanza esas proporciones astrofísicas por iniciativa propia. Muchos parecen creer que esto es un juego del micro, la pluma y la cámara. Aquellos que se dedican a lamer botas abundan en una proporción por encima de la media en otros trabajos, ya que esto es muy chuli. Voy a hacer un alto para depositar en sus egregias coronillas un gracioso zurullito. A ver... mmmmppppfffff. Ya. Luego, claro, llegan aquellos contratos de becaria a cadena perpetua que mencionaba y las hipotecas, y los llantos.

Al igual que el androide de Blade Runner que veía Rayos Gamma más allá de Alcaracejos, he visto como periodistas lamebotas quejábanse y reclamaban solidaridad al estilo corporativo cuando se encontraban al fin con una pendiente laboral del 14 por ciento que ríanse de la que lleva a Los Villares. Y decían ¡es que no hacemos nada! Yo acuso, como Zola, pero con este dedito índice que acabo de introducirme en la nariz para extraer una pequeña masa que he esculpido como esfera y posteriormente lanzado, con una gran carga simbólica, hasta nuestra profesión.

Anónimo dijo...

No sé qué redactor del Córdoba te habrá dicho que desconocía lo de la concentración, pero te aseguro que te ha mentido.