domingo, 8 de abril de 2007

Premio en el fuego cruzado

ABC Córdoba 8 04 07
POR P. G-B.

Emoción contenida. Cuatro años después de la muerte del periodista cordobés Julio Anguita Parrado, la primera edición del premio internacional de periodismo que lleva su nombre fue recibido por una colega iraquí, Eman Ahmad Khamas. No dejó impasible a nadie. Quiso remover las conciencias y denunciar la extrema situación que vive su país. Más de 230 reporteros muertos desde el inicio del conflicto que ella se encarga de matizar que es una «ocupación». Sin olvidar a muchos otros que tuvieron que coger los bártulos y huir del país amenazados de muerte, como es su caso.
Un premio, que como dijo la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, «no debería haber existido», señal de que Julio estaría aún enviando sus crónicas, pero que se ha convertido en «una apuesta decidida contra la injusticia».
Su madre, Antonia Parrado con los ojos aún vidriosos sin dejar de mirar el monitor donde se proyectaba el perfil de su hijo, sacó fuerzas de donde pudo y dio las gracias a los periodistas que vetaron un medio que no supo valorar lo que hacía Julio. Al tiempo que hacía un guiño cariñoso a los compañeros de su hijo, agradeciéndoles la iniciativa del Sindicato de Periodistas de darle el nombre de su hijo al premio porque ello significa que «se acuerdan de él». La guerra, dijo, es «ilegítima e ilegal, como todos saben».
Mientras, el tono se endureció aún más cuando subió al atril del Salón de Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos la periodista iraquí Eman Ahmad. Hizo un llamamiento a las asociaciones y sindicatos de la prensa internacional para que ayuden a los profesionales de la comunicación de su país a «parar sus detenciones» y a «luchar para que se liberen a los que están en prisión».
Por su parte, la secretaria del Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA), Dolores Fernández, mostró su satisfacción por haber conseguido poner en marcha esta iniciativa para «reconocer a la profesión», a aquellos periodistas que trabajan por los derechos humanos y para ello ponerle «el nombre de un compañero como era Julio».
El jurado del premio, formado por representantes de España en la Unesco y periodistas y jefes de sección de Internacional de ABC, El Mundo y la cadena televisiva Cuatro, entre otros, valoró la «extraordinaria calidad» de los artículos e informes presentados por Ahmad.
Eman Ahmad ha trabajado en varios periódicos iraquíes, entre ellos en «Al-Thawara», donde comenzó en 1977, y fundó en 2003 el Observatorio Contra la Ocupación de Bagdad y, según el acta del jurado del premio, ha sido galardonada por su «defensa de los valores humanos» en su país de origen.
Y es que, según denunció en voz alta, «Irak, como país, como nación, como cultura, como Estado, como civilización, como poder regional y como todo en general fue aniquilado durante su ocupación. Todo fue arruinado, ahonda, menos la resistencia y las ganas de resistir». Según Ahmad, «vivimos en la era de la desinformación. Es irónico que la verdad sea la primera víctima cuando precisamente en la era de la revolución informática y tecnológica pero se entiende que son aquellos quienes poseen los elementos que permiten esa tecnología los mismos que dan la vuelta a los acontecimientos».

A los que luchan por la verdad
Además, rompió una lanza por «todos aquellos que luchan por la verdad para que continúen en su esfuerzo por documentar algunos crímenes provocados por la ocupación, porque se echa de menos una apropiada lectura de la historia». Por último, la periodista agradeció a sus amigos españoles la acogida que les ha permitido, a ella y a sus dos hijas comenzar una nueva vida en Barcelona, donde a marchas forzadas aprende español para que oigan su voz.

FOTOS: RODÁN SERRANO
En el centro, la periodista Eman Ahmad, junto a Rosa Aguilar, Antonia Parrado, Dolores Fernández y Manuel Torralbo

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